Es posible que entre las metas anuales de tu empresa hayas contemplado la posibilidad de contratar a más empleados que puedan apoyar en las distintas áreas de tu negocio, sin embargo, es posible que aún no estés muy seguro sobre cuándo sea el momento oportuno para darle la bienvenida a una nuevo integrante de tu equipo de trabajo.
Aunque
contratar a una persona, sobre todo si la empresa es muy pequeña, puede
significar una reducción sustancial en el trabajo a desempeñar del dueño, esta
decisión no se debe tomar a la ligera, ya que implica una serie de gastos,
trámites e inversiones para la empresa. Por esta razón, antes de emplear a
alguien, el dueño del negocio tiene que estar seguro de tomar la decisión
correcta.
Entonces,
¿cuándo debes contratar a más empleados? La respuesta, como en casi todo, es
muy simple: depende. El dueño de negocios tiene que pensar con cuidado sobre
las razones que lo llevan a pensar en la oportunidad de contratar a alguien.
Con
frecuencia ocurre que los empresarios, lejos de crear un negocio próspero,
crean un trabajo para ellos mismos. En estos casos, si el dueño no se presenta
a trabajar, el negocio muere. Si esta es tu situación y quieres contratar a
alguien porque necesitas tener más tiempo libre, no busques darle empleo a
alguien más.
Quizá
la motivación sea que tu negocio está creciendo a pasos agigantados y que tú ya
no alcanzas a cubrir todas las tareas. Puedes contratar a alguien en esta
situación únicamente si la situación financiera de tu empresa lo permite. En
este escenario, sin embargo, tienes que plantearte otra pregunta: ¿qué tipo de
negocio quieres? Tal vez, en el fondo, no deseas tener una empresa grande. El
dinero no es la única motivación de los empresarios.
El
ego también puede ser un mal consejero en esta faceta de la vida. Antes de
comenzar a impulsar el crecimiento del negocio mediante la contratación de más
personal, el dueño tiene que estar seguro del buen funcionamiento de la
empresa. Si el negocio no cuenta con una base sólida, contar con más personal,
lejos de contribuir a la expansión y crecimiento de la compañía, podría ser
desastroso.
En
el fondo, lo pregunta clave es ¿necesitas ayuda? ¿Sinceramente necesitas
contratar a un contador de tiempo completo? Quizá tú mismo puedas hacer las
tareas de contabilidad y pedir a un contador que las revise a final de mes. Sin
embargo, si ya no eres capaz de atender las áreas de mayor importancia o de
resolver determinados problemas sin ayuda de alguien más, entonces es posible
que sea hora de contratar.
Cada
dueño de negocios debe hacer una revisión cuidadosa sobre los motivos que lo
impulsan a contratar a alguien más. Sumar a más personas al equipo de trabajo
es una decisión delicada que, por lo tanto, debe ser tomada con cuidado. A
final de cuentas, en los negocios también sirve pensar en el mantra “Keep it
simple”.
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